La pasión por el deporte de Julio Martínez fue sello patente de su carrera como comentarista y relator deportivo. Si bien su entrada al mundo radial fue por casualidad, llegó a ser uno de los periodistas deportivos más queridos por el país. Con un recorrido por distintas radios y diarios, en los que forjó su conocida firma “JM”. Un periodista deportivo de la vieja escuela, un hombre que se formó en base a la experiencia y al talento innato, y de manera autodidacta, recibiendo y formando a generaciones de comunicadores.

Participó de torneos nacionales e internacionales, de copas locales y latinoamericanas, llegó a ser el relator más reconocido del Mundial de fútbol de Chile ‘62 por “justicia divina”. Su paso por Canal 13 con programas como “15 minutos con J.M.” y “A esta hora se improvisa”, fueron parte crucial de su trayectoria laboral que lo llevó a recibir el Premio Nacional de Periodismo en 1995 al cumplir 50 años de carrera. 

El legado de Julio Martínez, nombre plasmado en el Estadio Nacional, es sin lugar a dudas un canto a la vida, un canto a la dicha.