Los estatutos de ANATEL señalan, como parte de sus principios fundamentales, tanto la libertad de programación como la libertad de información y opinión. De manera especial, nuestros estatutos consagran que cada canal tiene “derecho a un desenvolvimiento libre de presiones: tanto para los canales de televisión, como quienes prestan sus servicios en ellos, tienen derecho a ejercer sus respectivas actividades, sin sufrir violencia ni presiones de naturaleza alguna, sea de parte de autoridades, organizaciones o cualquier otra entidad o persona. Todo impedimento o interferencia que se oponga al ejercicio del aludido derecho, deberá ser denunciado ante quien corresponda”

La institucionalidad del país, establecida en diversas regulaciones, consagra mecanismos adecuados para que quienes se sienten ofendidos o injustamente aludidos por el ejercicio de la libertad de prensa, puedan usar diversos mecanismos, ya sea para imputar delitos o abusos ante los Tribunales de Justicia, ante el Consejo Nacional de Televisión o bien para impugnar aspectos éticos ante el Consejo de Ética de la Federación de Medios de Comunicación, órgano de autorregulación de reconocido prestigio e independencia.

No corresponde que ANATEL entregue opiniones, juicios o valorizaciones sobre los contenidos de la programación que emita alguno de sus canales asociados.

Finalmente, hacemos un llamado a todos los actores involucrados a mantener la serenidad y contribuir para colaborar al mejor desarrollo de los procesos institucionales en que Chile hoy día se encuentra.